Sustentabilidad y administración

Producción de Leche con Consciencia Ambiental

Al ir adoptando nuevas prácticas y tecnologías agrícolas conforme estas avancen, los productores y procesadores de lácteos estadounidenses siguen elaborando productos inocuos y nutricionales con menor número de recursos. Este modelo de producción ha posicionado a los granjeros lácteos de Estados Unidos como líderes globales en eficiencia de manejo de rebaños. De conformidad con información de la USDA, la producción anual de leche por cabeza en Estados Unidos ascendió a 10,785 kilogramos en 2020, comparado con la producción por vaca de 6,959 kilogramos de la Unión Europea, 6,408 kilogramos en Australia y 4,466 kilogramos en Nueva Zelanda. Un informe que data de 2019 de la Food and Agriculture Organization (FAO) de las Naciones Unidas y la Plataforma Láctea Global sobre Cambio Climático encuentra que América del Norte es el líder mundial en esfuerzos para reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) a partir de los lácteos. Norteamérica fue la única región de las siete que se estudiaron donde tanto la intensidad de las emisiones como las emisiones absolutas se redujeron durante el plazo cubierto por el informe (2005-2015), en tanto que la producción media de leche aumentó.


VACAS LECHERAS: EL SUPRA-RECICLAJE O UPCYCLING ORIGINAL

Una sola vaca lechera en Estados Unidos produce en promedio 144 porciones de leche por día (250 ml por porción) que contienen nutrientes esenciales que son claves para la salud humana, tales como el calcio, la vitamina D, el potasio y la proteína.

Para optimizar la nutrición, las vacas lecheras estadounidenses ingieren una dieta especialmente diseñada y formulada para brindar nutrimento óptimo a la vez que brinda beneficios en toda la cadena alimentaria. La capacidad que tienen las vacas de procesar materiales que los seres humanos no pueden digerir, como son los productos secundarios que resultan del procesamiento, como pulpa de cítricos, cascarones de almendras, etc., minimiza el desperdicio asociado a la producción de alimentos.


CUIDADO ANIMAL

El 95% de las granjas lácteas en Estados Unidos pertenecen a empresas operadas por y propiedad de familias. Ya sean pequeñas o grandes, las granjas lácteas de Estados Unidos se preocupan por ofrecer los mejores productos posibles a las familias en todo el mundo. Una de las principales prioridades de los productores lácteos de Estados Unidos es la salud y bienestar de sus vacas — el principal impulsor de su negocio.

El 99% de la leche estadounidense proviene de granjas lácteas que participan en el programa FARM o “Farmers Assuring Responsible Management (FARM) Animal Care”, en español Agricultores Garantizando una Gestión Responsable para el Cuidado Animal, el primer programa en su género en el mundo para el cuidado de ganado en ser reconocido por la Organización Internacional de Normalización.


REDUCIR, REUSAR, RECICLAR — AL ESTILO DE LA INDUSTRIA LÁCTEA DE LOS ESTADOS UNIDOS

La comunidad láctea de los Estados Unidos está trabajando en afinar y mejorar la eficiencia y tecnologías para reducir aún más el desperdicio y convertirlo en valor.

Uno de los productos secundarios de las granjas lácteas estadounidenses con potencial sustentable, es el estiércol de vaca, un fertilizante natural que también se convierte en fuente renovable de energía. El estiércol de vaca, rico en nutrientes, fertiliza las tierras de cultivo para mejorar el rendimiento y producción de cultivos tanto para personas como para animales. Una vaca produce 64 litros (17 galones) de estiércol al día. Suficiente fertilizante para cultivar 25 kilogramos (56 libras) de maíz o 38 kilogramos (84 libras) de tomates.

La industria láctea de los Estados Unidos lleva a otro nivel la sustentabilidad mediante la creación de valor adicional para el estiércol. Los sistemas de digestores anaeróbicos y la tecnología de evaporación reducen las emisiones al convertir al estiércol y el desecho de alimentos comerciales en electricidad, combustible para autos y camiones, fibra, y, desde luego, fertilizante.

RECUPERACIÓN DEL AGUA

La conservación del agua representa un área clave de oportunidad. En las granjas lecheras, el agua se reutiliza de muchas maneras — desde hacerla fluir por tubería para ayudar a enfriar la leche hasta el lavado de establos y la irrigación de los cultivos. Ya que un 87% de la leche es agua, los procesadores emplean las nuevas tecnologías para encontrar y aplicar diversas formas para recuperar y reusar el agua al producir quesos y al completar el secado de la leche en polvo.

AGRICULTURA REGENERATIVA

El sector lácteo de los Estados Unidos trabaja en conjunto con la comunidad agrícola en general del mismo país para invertir en prácticas que mejoren la salud de los suelos y eviten/capturan emisiones de carbono. Las granjas lecheras están adoptando estas prácticas de manera creciente, incluyendo la labranza de conservación, diversas formas de rotación de cultivos, y cultivos de cobertura. Por ejemplo, la combinación de los métodos de no labrar y la labranza por franjas ha ayudado a los productores de lácteos en regiones castigadas por sequías a gestionar la escasez de agua al tiempo que se reduce el uso de químicos, combustibles y la cantidad de partículas de polvo en el aire. Estas prácticas, tanto las extensas como la limitadas, se centran en el medio ambiente y ayudan a promover la salud y bienestar de los consumidores, comunidades, vacas, empleados, negocios, y, en resumen, el planeta mismo.

OBJETIVO -- NEUTRALIDAD DE CARBONO O MEJOR

La industria láctea estadounidense se fijó nuevos y agresivos objetivos ambientales en aras de avanzar en su papel de construir un futuro sustentable. Estas ambiciones incluyen alcanzar emisiones de carbono neutrales o mejores, y mejorar el uso y calidad del agua al optimizar la utilización del estiércol y los nutrientes para el año 2050. Estos objetivos ayudarán a la industria láctea de los Estados Unidos a construir y cuantificar el progreso logrado en su visión de convertirse en una solución ambiental.