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Viabilidad económica y variedad de los quesos

Mantener abiertas las opciones de su proveedor

Como país de inmigrantes, Estados Unidos es un crisol de muchas culturas. Como tal, muchas empresas estadounidenses de quesos han heredado las habilidades para fabricarlos de los inmigrantes europeos que llegaron a Estados Unidos con un sueño y sus mejores recetas para hacer quesos. Así es cómo comenzó la industria del queso estadounidense hace aproximadamente dos siglos. Primero, elaboraron quesos comunes de su tierra natal como el "parmesano" y el "feta", por mencionar algunos, y hasta hoy, han seguido esas tradiciones. Hace mucho tiempo, estos quesos se convirtieron en los favoritos de las familias de Estados Unidos y, desde entonces, se han ganado los corazones de muchos otros países. Sin embargo, en la actualidad se está desarrollando una situación preocupante. Los nombres de algunos de los quesos más famosos que se elaboran en Estados Unidos se ven amenazados por los intentos de la Unión Europea (UE) de reclamar la propiedad exclusiva sobre dichos nombres.   

quesos estadounidenses comunes

Entonces, ¿por qué debería importarle a usted?

Estos esfuerzos europeos amenazan con limitar las opciones de suministros mundiales desde los EE. UU. y otros importantes países exportadores de productos lácteos. Si esto ocurre, los compradores internacionales de queso se enfrentarían a un ámbito mucho más restringido de futuros proveedores, lo que conduciría a un incremento en los costos. Incluso, esto podría obligar a los compradores a modificar sus actuales relaciones de importación y los negocios que ya han desarrollado. En definitiva, esto tendría consecuencias comerciales sobre la participación en el mercado, las ventas y la rentabilidad de los compradores.

Muchas de las empresas estadounidenses se han unido en un esfuerzo internacional para detener esta extralimitación en las indicaciones geográficas protegidas; es decir, los nombres de los productos relacionados con una región geográfica particular. Están trabajando con aliados internacionales de aproximadamente una docena de países con el fin de combatir esta amenaza para las oportunidades de suministro mundial competitivo a través del Consorcio para Nombres Comunes de Alimentos (Consortium for Common Food Names).   

Es importante que los consumidores finales y los importadores que ofrecen quesos, carnes y otros productos de diferentes países, tengan en cuenta este asunto y que respalden los esfuerzos para repeler a la UE, ya que los clientes reconocen y confían en los nombres de sus productos favoritos. Cuando solamente las empresas europeas pueden comercializar los quesos populares u otros productos con los nombres que los clientes ya conocen, el resultado es menor variedad y menor competencia en el mercado; por ende, mayores costos y otras repercusiones comerciales negativas para los compradores, y en definitiva, para los consumidores, debido a la variedad de opciones de suministros más limitada.  

Los productores estadounidenses están de acuerdo con la idea de las indicaciones geográficas (GI, por sus siglas en inglés), las cuales protegen los nombres de los productos de especialidad, como por ejemplo, "Parmigiano Reggiano" de Parma, Italia o "Gouda Holland" de Holanda. Pero cuando las empresas, que poseen los derechos a estas GI, intentan extender la protección de los nombres genéricos como "parmesano", "gorgonzola", "asiago" y "provolone" (que, por lo general, se utilizan como palabras individuales dentro de las GI), claramente se trata de una extralimitación concebida para restringir la competencia.

La UE ha estado trabajando en los acuerdos de libre comercio de forma agresiva para expandir las protecciones de las GI de forma indebida y, desafortunadamente, en algunos casos han tenido éxito. Específicamente:  

Corea del Sur:

Los productores de queso que no son europeos ya no pueden vender asiago, feta, fontina o gorgonzola en Corea del Sur, o por lo menos, no pueden hacerlo con esos nombres. La restricción se debe exclusivamente a las exigencias de la UE según su acuerdo de libre comercio (Free Trade Agreement, FTA) con Corea del Sur. Esta restricción afectó a los importadores de Corea del Sur, al limitar considerablemente los países y las empresas de las que podían comercializar estos productos.

Singapur:

En sus negociaciones de FTA con la UE, Singapur accedió a proteger una amplia lista de las GI, una vez que dichos términos hayan sido sometidos a una revisión por parte de las autoridades de Singapur. Dicha lista incluye los quesos sobre los que impulsaron la demanda las empresas de Singapur, pero las relaciones con los proveedores existentes se han desarrollado principalmente con los países no autorizados por la UE para vender dichos productos, y por consiguiente, corren el riesgo de que se les apliquen restricciones. Por ejemplo, los importadores del feta danés y australiano pueden verse obligados a encontrar proveedores griegos nuevos y más costosos de dicho queso, si es que Singapur acepta proteger el feta como una GI, como parte de este FTA.

Costa Rica:

Actualmente, Costa Rica limita el uso del parmesano y del provolone solo a los productores italianos, a pesar del uso prolongado de estos términos en Costa Rica, así cómo en otros lugares del mundo. Esta decisión ha afectado a los productores locales de dichos productos, quienes hace décadas que lo venden en este país, así como a los recientes ingresos desde los EE. UU., los cuales han ayudado a impulsar la demanda de este tipo de quesos al incrementarse la variedad de opciones disponibles. 

¿Quién se verá afectado?

Estados Unidos, entre otros países, está muy interesado en la protección de los nombres comunes de alimentos, principalmente debido a su larga historia en la producción de muchos de estos quesos. Hace más de un siglo que se fabrica el parmesano en los EE. UU., y las empresas de este país han ganado muchos premios internacionales por sus parmesanos, fetas y otros quesos, cuyos nombres actualmente se ven amenazados. Los esfuerzos de la UE para limitar la competencia y las opciones de suministros mundiales difieren totalmente de la tendencia mundial hacia mercados más abiertos y un aumento en la variedad de las opciones tanto para compradores como para consumidores.  

Sin control, los esfuerzos de cualquier grupo por "poseer" términos genéricos reducirán y perjudicarán las ventas de muchos productos alimenticios famosos en todo el mundo. El Consejo de Exportación de Lácteos de Estados Unidos (U.S. Dairy Export Council), que representa a la industria de productos lácteos estadounidenses, se concentra en el impacto que esto puede tener en los mercados de quesos internacionales, pero el asunto también presenta un riesgo particular para los sectores de carne, vino y producción:

Muchos productores y exportadores se verán obligados a considerar el difícil y costoso esfuerzo de reetiquetar y renovar la marca de los productos, lo que afectará las posibilidades de comercialización y desvalorizará las marcas reconocidas internacionalmente, además de crear confusión en los consumidores.

Para los importadores y los reexportadores de los quesos y las marcas de los quesos líderes en el mercado, quienes deberían enfrentar una acción judicial por importar quesos de países no europeos con nombres que están protegidos por la UE, la pérdida de los mercados valiosos que los mandatarios extranjeros fueron construyendo a lo largo de los años y, en consecuencia, con las repercusiones negativas sobre el rendimiento de las inversiones de capital anteriores para forjar las marcas y sus ventas y ganancias actuales.

Para los minoristas el resultado será una venta menor de los productos favoritos, y preguntas y comentarios de los clientes fieles. Esto representará una menor variedad de quesos conocidos y márgenes de beneficio posiblemente más pequeños para el minorista.

Los consumidores dejarán de reconocer los productos familiares y confundirán sus productos y marcas favoritas. Existirán menos opciones en las tiendas, lo que puede ocasionar precios más altos debido a una disminución en la competencia dentro de la categoría de productos reconocidos.  

¿Cómo puede ayudar?

El Consorcio para Nombres Comunes de Alimentos (CCFN, por sus siglas en inglés) es una alianza internacional e independiente, sin fines de lucro, cuya meta es trabajar para detener los intentos de monopolizar los nombres comunes (genéricos) que han pasado a ser del dominio público. El Consorcio busca fomentar la adopción de un modelo adecuado para proteger las indicaciones geográficas legítimas y los nombres genéricos de alimentos. El Consejo de Exportación de Lácteos de los Estados Unidos y varias empresas líderes de quesos de dicho país son los miembros fundadores del CCFN, junto con los productores de América Latina, Australia y otras regiones. Debido a que muchos países comenzaron a aplicar políticas sobre las GI, los productores y los minoristas de alimentos de estas naciones también han demostrado interés en la protección de los términos comunes.  

Desde su fundación en 2012, el CCFN ha tenido mucho éxito en la creación de concientización sobre este asunto grave y en el rechazo de las amenazas hacia los nombres comunes. Visite www.CommonFoodNames.com para obtener más información sobre el CCFN y su misión en representación de los productores, compradores, consumidores finales y clientes del mundo.  

También alentamos a las empresas interesadas, tanto productores como compradores, a unirse al CCFN para combatir esta creciente amenaza hacia las opciones de suministro mundial, ya sea convirtiéndose en miembros del CCFN o solicitando más información acerca de esta inquietud sobre el comercio y la competencia para facilitar su alcance a sus propios gobiernos. Se pueden iniciar cualquiera de estos pasos al comunicarse con el CCFN a info@commonfoodnames.com

Viabilidad económica y variedad de los quesos

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